Champán de Navidad de Naranjito Buceo
Ya os anunciamos que el centro de buceo Naranjito se disponía a despedir el año con un brindis submarino seguido de una paella gigante. Bien, pues allí que estuvimos y, amigos, sinceramente lo sentimos por todos los que no pudísteis venir, porque el ambientazo estuvo genial.
A las diez de la mañana estábamos todos los buceadores en la terraza de Naranjito Buceo con el cachondeo ya puesto. Las botellas estaban en su sitio, todas. Las amarillas, de acero, de 15 litros esperaban a los buzos donde siempre. Las verdes, de cristal, con tapón de corcho y un alambrecito alrededor, estaban en manos del staff para evitar las tentaciones previas, jajaja.
El día estaba estupendo, con buena temperatura y sólo alguna nube dispersa que dejaba un día soleado y muy agradable. A decir verdad, lo del clima murciano es una bendición y más teniendo en cuenta las fechas.
El resto ya os lo podéis imaginar: gorros rojos con un pompón en la punta, diademas con cuernos (con perdón, jeje) de reno, más gorros de Papá Noël pero estos con trencitas, o sea, en realidad de Mamá Noël… ¡¡Qué mejor forma de empezar el día con buen ánimo y mejor rollo!!
Venga, a coger una botella (de las amarillas) y a montar los equipos, que en nada nos vamos al agua. Dicho y hecho, después de media hora tomándonos con calma (¿acaso hace falta correr?) lo de preparar los trastos, ya estábamos listos para empezar el camino hacia el Bajo de Dentro.
¿Alguna vez habéis visto a Papa Noël empujando un carro lleno de equipos de buceo? Pues abrid bien los ojos y creed en lo increíble:
Pero lo que es más, ¿alguna vez habéis visto un barco de buceo con Papas y Mamas Noëles todos y todas revueltos y revueltas?
Y es que en Cabo de Palos todo es posible 😉
La inmersión se desarrolló como es habitual, rodeados de muchos meros, barracudas, falsos abadejos, dentones… Nada sorprendente tratándose del Cabo de Palos, pero lo gracioso llegó al final de la inmersión, ya todos reunidos alrededor del fondeo: el descorche de las dos botellas de cava y su consumo “underwater”.
Aquí van algunos pantallazos que hemos sacado de un vídeo grabado con una GoPro:
Y cuando acabamos la inmersión y también las botellas de cava, volvimos al centro donde ya se estaba empezando a cocinar una hermosísima paella; exactamente esta:
Tras un endulce rápido y una ducha más rápida aún porque ahora sí que teníamos prisa, no fuera a ser que se pasara el arroz, volvimos a la terraza para empezar con los aperitivos, las cervezas post-inmersión que tan bien sientan…
Por último, ya con el postre dulce y el famoso café asiático que prepara José, el sorteo de bonos de inmersiones.
Aquí los agraciados:
En definitiva, un día estupendo con buceo, cava bajo el agua, una paella deliciosa, dulces navideños, regalos, buen tiempo, buen rollo y buena compañía. Qué más se puede pedir. Lo apuntamos en el calendario porque el año que viene habrá que repetir.
que hermosura ,,me encantaria poder ,,bucear,,, amo el fondo del mar y toda su naturaleza,,,… felicitaciones por tan bella labor,,,.. desde mi argentina ,,,un abrazo muy afectuoso a todos uds ,,…. CRIS….