El dugongo, el mas pequeño de los sirénidos

dugongo

El dugongo, de nombre científico Dugong dugong, es un mamífero del orden de los sirénidos.

El dugongo es pariente muy cercano del quizás más conocido manatí, pero se diferencia de él en que nuestro protagonista tiene la aleta caudal más parecida a la de los delfines o las ballenas, mientras que en el caso del manatí es similar a una espátula con las esquinas redondeadas.

Sea como sea, es el sirénido más pequeño de todos, y eso que puede llegar a medir 3 metros y pesar 200 kilos, que tampoco está nada mal. A pesar de su gran tamaño, todos los buceadores nos beneficiamos de que es un animal hervíboro y muy pacífico.

Podríamos decir del dugongo que es «amable» con los buceadores porque es fácil que se deje ver cuando acude a aguas poco profundas a comer algas, que es la base de su dieta. Además nuestra presencia no parece molestarle; obviamente siempre que no tengamos conductas molestas, no le toquemos, no nos acerquemos demasiado, no nos interpongamos en su camino…

Coloquialmente se le suele llamar vaca marina por su comportamiento: llega a la zona, pasta tal cual lo haría la vaca, se sacia y se marcha dejando una marca bastante rectilínea – y perfectamente reconocible – en el suelo en forma de un camino de arena en el «bosque» de algas.

Hay un motivo por el que muchos autores consideran al Dugongo como el responsable involuntario del mito de la sirena: al ser mamíferos, la madre se tumba flotando boca arriba y sujeta a su cría encima de ella para que mame de los dos pezones que tiene. Quizás esta estampa alentada por aquello de que el ojo ve mejor las cosas que quiere ver, las exageraciones, miedos, desconocimiento, bulos… acabaron montando el mito que se extendió e incluso perpetuó en el tiempo.