Las Gorgonias o Abanicos de Mar, ¿corales o no?
La mayoría de buceadores hemos escuchado hablar de las Gorgonias. Unos seres relativamente fáciles de ver en el Mediterráneo y de los que muchos de nosotros sabemos más bien poco. Se habla de ellas como abanicos de mar, corales blandos, o lo peor… “esas plantitas”; pero ¿qué son realmente las Gorgonias?
Las gorgonias pertenecen al grupo de los cnidarios (sí, al igual que las medusas, las anémonas o los corales) y son organismos animales que viven en colonia, fijos al substrato, lo que muchas veces puede llevar a la confusión de que son organismos vegetales. Las gorgonias, a diferencia de los corales –que presentan un esqueleto calcáreo externo-, están formadas por un esqueleto córneo interno que sirve de matriz de unión a pequeñas espículas calcáreas que proporcionan rigidez al organismo. Este esqueleto está rodeado por una corteza blanda en la que se alojan los pólipos, de 8 tentáculos, característica que los engloba dentro de los octocorales.
Alimentación y crecimiento de las Gorgonias
Podemos encontrar gorgonias entre los 5 y los 100m de profundidad, ancladas al sustrato y creciendo siempre perpendiculares a alguna corriente en un solo plano (de ahí el nombre de abanicos de mar) para poder captar alimento. Y, ¿de qué se alimentan estos organismos? Generalmente los pólipos capturan el plancton que llega hasta ellos con las corrientes marinas. Ciertas especies de gorgonias tienen una relación de simbiosis con algas zooxantelas, unos organismos fotosintéticos microscópicos que producen oxígeno y azúcares que sirven como alimento para los pólipos. Si nos quedamos un tiempo observándolas podemos ver cómo estos pólipos mueven sus tentáculos, se alimentan e incluso se esconden dentro del esqueleto.
Las Gorgonias crecen de 1 a 6 milímetros al año, llegando a alcanzar los 2 metros de alto y lo mismo de ancho, siendo un verdadero espectáculo ver estos grandes ejemplares que recogen décadas de crecimiento. A pesar de ser unos organismos flexibles hemos de ser especialmente cuidadosos con ellos, pues son frágiles y un simple aletazo puede acabar con años y años de desarrollo.
Podemos encontrar diversas especies de gorgonias, cada una con diferente tipo de pólipos, de estructura, de color… y ¿sabéis lo más curioso? La especie Paramuricea clavata (Gorgonia violácea o gorgonia de color variable) tiene diferentes colores, que van desde el rojo al violeta, pasando por el amarillo, pudiendo encontrar incluso organismos de varios colores. Esta variación cromática se cree que se debe a la diferente alimentación de las gorgonias en unas y otras zonas, posiblemente tomando pigmentos del plancton del que se alimentan e incorporándolos a su estructura.
¿Dónde podemos encontrar Gorgonias?
Uno de los lugares con más abundancia de gorgonias en las costas Españolas es en la Reserva Marina de las Islas Medas, en Girona, siendo el crecimiento de las gorgonias favorecido por la gran calidad de las aguas –las gorgonias son utilizadas por los científicos como indicador de la calidad de las aguas-, las paredes verticales que tienen estas islas y las corrientes que hay en esta zona.
Otro lugar en el que podemos encontrar gorgonias es en la Reserva Marina de la Isla de San Andrés, en Carboneras, Almería.
Como veis, las gorgonias son otro ejemplo de la complejidad de los organismos marinos. En un elemento que muchas veces confundimos con una planta conviven organismos animales y vegetales en perfecta simbiosis e indicándonos que, una vez más las aguas que rodean la Península son un sitio de buceo impresionante.
* Agradecer a Raúl Onrubia la cesión de las fotografías. Mas fotos de Raúl Onrubia
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