Pepinos de mar
Aunque a muchos desagrada su sola presencia en el fondo del mar, los pepinos de mar son unos animales bastante sorprendentes en muchas de sus características.
Por ejemplo, la parte exterior se su piel está compuesta de colágeno, lo que les permite alargar y estrechar su cuerpo a voluntad, así que para buscar refugio, pueden licuar su cuerpo para acceder a pequeños agujeros, y reformarse una vez a salvo.
Otra característica sorprendente es su principal mecanismo de defensa, que consiste en expulsar parte de sus vísceras fuera del cuerpo, para que el agresor se entretenga con ello mientras escapa. Luego son capaces de regenerar estas vísceras mas adelante. Algunas especies van un paso mas allá, y junto a las vísceras, segregan una sustancia química llamada holothurin, con propiedades parecidas al jabón, que puede matar a los atacantes que ingieran sus vísceras, por si no se quedan saciados.
La forma de respirar también es bastante peculiar, ya que respiran mediante unos órganos respiratorios localizados en el ano, que extraen el oxigeno del agua. Así que para respirar, introducen agua a través del ano hasta estos órganos, para expulsarlo después por el mismo sitio.
También tiene unas relaciones simbióticas de lo más curiosas con otros peces, por ejemplo con el pez perla o algunos cangrejos, que se alojan en su ano como protección y como fuente de alimentos.
Y todo esto sin tener cerebro claramente reconocible, ya que únicamente posee un anillo de células neuronales cerca de la boca y en los tentáculos que salen de ella. Además, si se extirpan esas células neuronales, el animal es capaz de moverse y actuar con normalidad.