Seawer, o como comenzar a limpiar los océanos.
Durante los últimos años, se ha avanzado mucho en la protección de los océanos y el control de la polución en la Mar, por ejemplo con la instauración del convenio MarPol.
Ahora se controlan los vertidos de los buques comerciales tanto cerca de la costa como cuando navegan por el océano, se exige a los petroleros que posean doble casco para evitar vertidos y en los puertos existen puntos de depósito de los residuos altamente contaminantes como los aceites, las baterías, y las basuras solidas.
De igual forma, en tierra también existe una conciencia general de que la mar no es el cubo de basuras del planeta, y se regulan los vertidos y emisiones tanto de las industrias como del mercado doméstico, para prevenir que los desechos humanos, especialmente los plásticos, alcancen la mar.
Porque los plásticos, una vez en los océanos, no hay forma de que se degraden o desaparezcan, y en todos los grandes océanos gracias a la acción de las corrientes marinas y los vientos, se están formando grandes concentraciones de basuras, reuniendo todos estos desechos en una gran isla en las zonas de convergencia de las corrientes.
Así que ahora, contaminamos un poco menos y hemos reducido el aporte de material a estas islas de basuras, pero todavía no hay planes para su recolección… hasta ahora.
El arquitecto surcoreano Sung Jin Cho encabezó el proyecto Seawer, presentado en el concurso arquitectónico eVolo Skyscraper 2014, una plataforma flotante para la eliminación de los plásticos y demás basuras que forman la ‘Sopa Tóxica‘ del Pacífico.
Esta planta de reciclaje móvil se planea que será instalada en medio de la masa de basura, y mediante un enorme sistema de drenaje de más de 550 metros de diámetro y 300 metros de profundidad irá engullendo poco a poco las basuras, separando los líquidos de las partículas solidas por medio de una serie de filtros similares a las barbas de una ballena.
Los residuos sólidos se irán almacenando a bordo mientras que se procesan, separan y tratan, mientras que el agua de mar se purificara en unos grandes tanques, donde será almacenado hasta que se devuelvan a la mar libres de desechos.
Por el momento, es tan solo un proyecto… pero uno que da esperanzas a un futuro mejor.
¿Las petroquímicas no tienen nada que decir al respecto? Ya es hora de que asumamos nuestra responsabilidad como especie que contamina más que ninguna otra, que haya ideas en marcha es más que bueno, ahora del dicho al hecho esperemos que no sea demasiado el trecho. Aquí hay que establecer una «derrama» para soportar el gasto de haberla liado parda, eso si, aplicando un coeficiente lo más justo posible, los países más desarrollados y por ende más contaminantes que se vayan retratando. 😉