Esta imagen lo cuenta todo, o eso parece. La persona en el Kayak mirando hacia atrás y divisando la aleta de tiburón que emerge sobre la superficie. Casi sentimos el miedo y la angustia de ser perseguidos por el depredador por antonomasia, el tiburón blanco…
Y sin embargo, la historia es bien distinta.
Imagina que eres un operario de cámaras submarinas en una plataforma petrolífera, un trabajo aburrido donde los haya, ya que normalmente por esas cámaras no pasa nada. Pero un día, en tu aburrido trabajo, de repente ves esto:
Frecuentemente nos encontramos con este debate entre los buceadores, generalmente durante el tiempo de la deco-birra, sobre si las botellas de aluminio pesan más que las de acero, o viceversa.
Y aunque el peso de cada botella varíe mucho entre los distintos fabricantes, el país donde este fabricada cada botella, y los estándares de seguridad aplicables al proceso de fabricación, una cosa que podemos afirmar en este punto es que el aluminio tiene una densidad menor que el acero, lo que hace que a igual masa, el aluminio sea más ligero (la densidad del acero es de 7850 kg/m³, mientras que la densidad del aluminio es de 2698,4 kg/m³)
Que alguien te denomine como que tienes «memoria de pez» suele indicar cierta afición por olvidar cosas, citas o tareas por tu parte.
Pero, ¿y si realmente fuera un mito, basado en experimentos y observaciones muy antiguas, en vez de la realidad?
Todos recordamos el entrañable personaje de Dory, de la película de Pixar «Buscando a Nemo» (y de la que se esta realizando una secuela, «Buscando a Dory«), donde este pez cirujano era el claro representante de los que todos conocemos como «memoria de pez»
El dugongo, de nombre científico Dugong dugong, es un mamífero del orden de los sirénidos.
El dugongo es pariente muy cercano del quizás más conocido manatí, pero se diferencia de él en que nuestro protagonista tiene la aleta caudal más parecida a la de los delfines o las ballenas, mientras que en el caso del manatí es similar a una espátula con las esquinas redondeadas.
El mito del tiburón que come soldados
(parte I)
Efectivamente, hay argumentos muy sólidos para decidir que la foto es un montaje.
1. ¿Habéis visto que a los pies de la escalerilla hay un casco de otro soldado que no ha empezado a subir? Plantearos la situación como cualquier animal, como cualquier depredador: ¿a por cuál iríais, a por el que está en vuestro medio y a vuestro alcance o a por el que está fuera?
El mito el tiburón que come soldados
Hace unos días hablábamos del tiburón de forma general y a modo de introducción. También contábamos el desastre tan espantoso (aunque debemos reconocer que no fue mal intencionado) que supuso la película de Spielberg para unos animales que desde el mismísimo día del estreno quedaron demonizados para siempre.
Particularmente reconozco que fui uno de los «damnificados» por la producción hasta el punto de que tenía pesadillas reales, me daba miedo meterme en el mar e incluso a veces me entraba una especie de mal cuerpo absurdo estando en una piscina… Tal fue el poder que ejerció en mí pero también en millones de personas.
