Nudibranquios ¡Esto es la guerra!

Nudibranquio

Imagina un campo de batalla, donde una de las compañías beligerantes decide dejar de lado sus tanques, sus bunkers y sus vehículos de ataque rápido para avanzar lenta e inexorablemente, vestidos con llamativos uniformes y penachos abultados, y cargados de granadas rotuladas con abundantes logotipos de peligro químico.

Ahora, en la realidad, ese campo de batalla es el fondo marino, donde la lucha es constante con un único objetivo, sobrevivir, y donde la elección de las armas que vas a empuñar van a definir cuáles van a ser tus presas fáciles y cuales tus  más letales enemigos.

Ya hemos contado muchas cosas de los nudibranquios, pero no habíamos comentado sus habilidades ofensivas y defensivas, así que hoy toca hacer la guerra.

Los nudibranquios son carnívoros en su mayoría y se alimentan de animales mas lentos que ellos, es decir, que están fijos al fondo marino o casi, porque mas lento que un nudibranquio es difícil de encontrar. Así pues, sus presas son anémonas, corales, esponjas, algas e incluso otros nudibranquios.

Una característica curiosa de los nudibranquios es que tienen la capacidad de asimilar partes de su presa y utilizarlas en beneficio propio, como los cloroplastos de las algas, que asimilan para realizar la fotosíntesis y generar energía, o los cnidocitos de los anémonas, células que son las responsables de las picaduras de las medusas, y que alojan en la cara dorsal de su organismo, volviéndose así urticantes ellos también.

Los nudibranquios poseen además un buen numero de sistemas defensivos.

El más sencillo de todos es el que les permite pasar desapercibidos adquiriendo el color e incluso la forma del sustrato donde viven. Generalmente, estos colores los obtienen de la ingestión de sus presas, aunque también puede tratarse de pigmentos de elaboración propia.

En el lado opuesto, un gran número de especies intentan ser muy llamativas, lo que normalmente representa sustancias tóxicas de sabor desagradable para el predador. Estas sustancias químicas provienen generalmente de su alimento (esponjas y cnidarios principalmente) o son sintetizadas de nuevo por el propio animal.

También se encuentran las especies que mimetizan los colores llamativos, pero sin ser estos dañinos, evitando así las tentaciones de sus depredadores.

Y por último un gran número de especies presentan una defensa activa de tipo químico o biológico. Producen secreciones tóxicas que liberan afectando a la zona donde se encuentran. Los efectos de estas secreciones van desde repeler mediante el olfato o desorientar al atacante, hasta llegar a matar a todos los seres que se encuentren en sus proximidades expulsando ácidos, como la Berthella californica.