China prohíbe alimentos exóticos, como la aleta de tiburón, en recepciones oficiales

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El pasado 8 de Diciembre, muchos de nosotros nos sorprendimos gratamente cuando escuchamos en la radio, vimos en la televisión o leímos en las redes sociales, que el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y el Consejo de Estado Chino publicaron un documento que prohíbe explícitamente los platos que contengan aletas de tiburón, nidos de golondrinas y otros productos de animales exóticos en cenas de recepción oficiales.

Aunque la medida viene propiciada por un intento de reducir el uso de fondos públicos y combatir la corrupción reinante en el país asiático, el efecto colateral, por una vez, beneficia a las poblaciones de tiburones, ya que el mercado global de aletas de tiburón ha acelerado su caída. Según información publicada por The Washington Post a finales de Octubre, «el consumo de sopa de Aleta de Tiburón había descendido entre un 50 y un 70 por ciento en los últimos dos años» cita a Peter Knights, director ejecutivo de WildAid. Y acorde con los datos publicados por Havocscope los comerciantes de Beijing se han visto forzados a bajar los precios de la aleta de tiburón desecada. Por ejemplo, a principios de año, un paquete de medio kilo de aleta de tiburón desecada se vendía por 165$, sin embargo, en Noviembre había descendido su precio hasta los 110$, y ahora en Diciembre ese precio ha vuelto a caer a los 100$ (fuente )

Origen de la sopa de aleta de tiburón

pez-alaLa sopa de aleta de tiburón, o ala de pez como se traduciría del original chino, fue creada por un emperador chino de la dinastía Sung sobre el año 968 de nuestra era, que quería demostrar a sus invitados lo poderoso, rico y generoso que había llegado a ser. Se le atribuye una frase que se ha grabado en la cultura China y que casi ha marcado la extinción de uno de los animales más impresionantes que pueblan el océano. La frase decretaba que la sopa de aleta de tiburón debería ser el primer plato en cualquier buen banquete chino.

Como muchos otros platos en distintas culturas, la sopa de aleta de tiburón se sirve como un símbolo de clase y riqueza. Es más, se sirve como una demostración pública de su condición social. Tradicionalmente, la familia del novio se encarga de pagar el banquete en las bodas chinas, y un dicho popular dice que «una novia que se case sin sopa de aleta de tiburón en la mesa, pertenecerá a una familia pobre». Por tanto, este plato se ha integrado en la tradición china como una muestra de estatus, de respeto y de imagen. Al igual que un invitado en Estados Unidos puede esperar pavo en la cena de Acción de Gracias, o que haya uvas para recibir el año nuevo en España, los huéspedes de banquetes en China esperan que se sirva sopa de aleta de tiburón en la mesa de la boda.

Parece que al cabo de mas de 1000 años, la presión internacional, la crisis económica y la concienciación social pueden haber derribado una costumbre dañina y sinsentido.

Desde Buceo Ibérico nos alegramos de esta noticia y esperamos que siga esta caída en el tráfico y comercio de aletas de tiburón.