Una Imagen que vale más que mil palabras.
Esta imagen lo cuenta todo, o eso parece. La persona en el Kayak mirando hacia atrás y divisando la aleta de tiburón que emerge sobre la superficie. Casi sentimos el miedo y la angustia de ser perseguidos por el depredador por antonomasia, el tiburón blanco…
Y sin embargo, la historia es bien distinta.
El fotógrafo Thomas Peschak junto con el biólogo marino Trey Snow, habían estado investigando los avistamientos de Tiburones Blancos en aguas poco profundas en la punta más al sur de Sudáfrica, pero los ruidos y campos magnéticos de los motores o bien atraían o repelían a los tiburones, lo que trastocaba la observación de su comportamiento natural.
Así que comenzaron a utilizar kayaks para observar a los tiburones blancos, y resultó que pese a los primeros momentos de nerviosismo al estar sentando en un fino y delgado kayak amarillo cuando un tiburón blanco de más de 4 metros y medio se aproxima hacia ti, fue una plataforma de observación perfecta. Los Tiburones, contradiciendo a la creencia y fama popular, adolecen mas de ser cautos e inquisitivos que de ser agresivos e impredecibles. En ningún momento ningún tiburón mostró algún signo de agresión u hostilidad hacia el pequeño bote amarillo.
Según Thomas, para tomar esta imagen (en una Nikon F5 con objetivo de 17-35 mm y en una película de diapositiva Fuji Provia 100) se ató a la torre del buque de investigación Lamnidae y se inclino sobre el océano, colgando precariamente sobre el océano mientras esperaron pacientemente a que aparecieran los tiburones blancos. Pretendía contar con una fotografía toda la historia detrás de sus esfuerzos por seguir a los tiburones blancos utilizando kayaks.
Cuando apareció el primer tiburón, se sumergió hasta el fondo para inspeccionar al kayak desde abajo. Sin perder un momento, enfocó a la oscura sombra que se fue transformando poco a poco, desde una silueta difusa, en el contorno esbelto de un gran tiburón blanco. Cuando la aleta dorsal del tiburón apareció sobre la superficie, Thomas creyó que tenia la foto, pero gracias a que vaciló una fracción de segundo, fue recompensado con el gesto de Trey Snow mirando hacia atrás sobre su hombro encima del kayak. Pulsó el botón del disparador, y el resto ya es historia.
A lo largo de aquel día, Thomas disparó muchas más imágenes, pero en ninguna consiguió la fuerza o el poder de aquella primera imagen de un gran tiburón blanco persiguiendo al kayak.
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THOMAS P. PESCHAK / OCEAN REPORTAGE / CONSERVATION PHOTOGRAPHY